Terror es lo que ha traído la detención en Nueva Zelanda de la cúpula de la web de intercambio de archivos por antonomasia, porque desde ese día toda su competencia ha echado el cerrojazo a los contenidos de dudosa procedencia.
“Histeria colectiva”, así ha denominado la situación actual en la era post-Megaupload un abogado español especializado en Sociedad de la Información en unas declaraciones a la BBC. Y no le falta razón.
Tras el cierre de la principal página de recursos compartidos en Internet, el castillo de naipes ha comenzado a caer, o por lo menos sus entrañas. VideoBB, Videozer, Filesonic, Rapidshare o Fileserve han visto reducido el tamaño de su oferta en un 75% en algunos casos, ya que tanto los usuarios como los responsables de estas webs han aplicado una poda de urgencia para que el FBI no se les eche encima. Eso ha provocado un efecto mariposa de grandes proporciones en otras partes de Internet, ya que sitios como Seriesyonkis, Taringadescargas o Cinetube se nutren de las primeras para dar sus servicios.
Aunque no a todos les afecta de igual forma. La famosa SeriesDanko aún tiene la mitad de su “stock” en activo.
La reacción, por cierto, no se ha hecho esperar. Los señores de traje negro y máscara de Vendetta ha decidido hacer públicos los bittorrents de todas las canciones publicadas por la dicográfica Sony. Además, los ataques de denegación de servicio se han multiplicado. El penúltimo, la madrugada del 25 de enero, ha afectado a las webs de Expansión, Marca y El Mundo.
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